¿Cómo afecta nuestras vidas?
Limita nuestra capacidad de relacionarnos en libertad con otras personas, tanto en el terreno familiar, de pareja, laboral, amigos, etc.
Debilita nuestra identidad en la medida en que nos mantiene esclavos del miedo, y de patrones de comportamiento negativos que se refuerzan a si mismos. Cada día la persona está más atrapada en un “juego” del cual desconoce cómo salir.
Limita o elimina las oportunidades que provienen de la actividad social
Limita nuestra capacidad atencional. Nuestra atención está “presa” en hábitos de pensamientos, emociones e imágenes internas rígidas, que nos mantienen alejados de nuestras verdaderas necesidades y anhelos.
¿Tiene solución?
Sí. La fobia social es una temática ampliamente estudiada en el terreno de la psicología, y existen procesos psicoterapéuticos efectivos que llevan paulatinamente a la disminución de los síntomas.
Existen aproximaciones farmacológicas que buscan, desde la lógica médica tradicional eliminar los síntomas. No obstante, desde una perspectiva psicológica se busca comprender cómo la historia biográfica de la persona a dado lugar a la aparición del síntoma, y en la medida en que se trabajan las causas históricas del síntoma y se desarrollan nuevos patrones de pensamiento, los síntomas externos, naturalmente disminuyen.